¿Cómo se fabrica una puerta de hierro forjado paso a paso?

La fabricación de una puerta de hierro forjado combina diseño personalizado, forja artesanal y estructura metálica reforzada. Desde la planificación hasta los acabados, cada etapa garantiza resistencia, seguridad y una estética única, ideal para entradas residenciales o comerciales.

1. Diseño a medida y planificación técnica

Cada puerta comienza con un diseño a medida, adaptado al espacio disponible y al estilo arquitectónico. Se definen:

• Dimensiones exactas.
  
  

• Detalles ornamentales (volutas, remates...).
  
  

• Requisitos de automatización o sistemas de cierre.
  
  

2. Corte y preparación del hierro

Se seleccionan los materiales adecuados:

• Perfiles estructurales.
  
  

• Pletinas o barras macizas/huecas según resistencia requerida.
  
  

Luego se realiza el corte de piezas con precisión y se preparan para forja, curvado o soldadura.

3. Forjado artesanal: detalle y resistencia

Los elementos decorativos se moldean en caliente, a mano, en una fragua tradicional. Se crean piezas como:

• Volutas.
  
  

• Flores o puntas decorativas.
  
  

• Remates únicos.
  
  

Este proceso confiere a cada puerta carácter y originalidad.

4. Montaje estructural y soldadura continua

Los elementos decorativos se ensamblan sobre una estructura metálica reforzada:

• Soldadura continua para mayor solidez.
  
  

• Refuerzos estratégicos en puntos de esfuerzo.
  
  

• Ajuste perfecto de todos los componentes.
  
  

5. Acabados: protección anticorrosiva y pintura

Para resistir la intemperie, la puerta recibe un tratamiento protector:

• Galvanizado o imprimación anticorrosiva.
  
  

• Pintura al horno (color forja negra, efecto envejecido, etc.).
  
  

• Opcionalmente, lacado en colores RAL.
  
  

6. Control de calidad y colocación

Cada puerta se revisa antes de su instalación:

• Soldaduras, alineación y acabado visual.
  
  

• Ajuste preciso sobre marcos nuevos o existentes.
  
  

• Pruebas de funcionamiento para garantizar seguridad.
  
  

7. Mantenimiento para una vida útil prolongada

Aunque las puertas están protegidas, es esencial un mantenimiento periódico para conservar su estética y funcionalidad:

• Limpieza regular con agua y jabón neutro.
  
  

• Revisión anual de zonas de soldadura y juntas.
  
  

• Repintado cada 5-8 años, especialmente en zonas expuestas o costeras.
  
  

• Evitar productos abrasivos o acumulación de humedad.
  
  

Mantenimiento mínimo recomendado

Aunque las puertas de forja reciben tratamientos anticorrosivos (fosfatado, imprimación y pintura al horno), ningún material metálico puede garantizar al 100 % la ausencia de oxidación, especialmente en exteriores. Recomendamos realizar un mantenimiento periódico, revisando las superficies y aplicando repintado preventivo si es necesario, para asegurar su durabilidad a largo plazo.

 Preguntas frecuentes

¿Qué tipo de hierro se utiliza?

Se emplea hierro estructural para la base y elementos forjados macizos o huecos para la decoración.

¿Puedo elegir el diseño decorativo?

Sí, todas nuestras puertas de hierro forjado se fabrican a medida, según tus preferencias y el estilo del entorno.

¿Pueden ser automáticas?

Sí. Adaptamos el diseño para incorporar automatismos de apertura con seguridad garantizada.

¿Qué mantenimiento requiere?

• Limpieza periódica.
  
  

• Revisión de pintura y estructuras.
  
  

Repintado cada 5-8 años.